Periodoncia
La periodoncia es la rama de la odontología que se encarga del diagnóstico, la prevención y el tratamiento del periodonto.
Este periodonto, que se encarga de proporcionar al diente protección y sujeción, está formado por la encía, el hueso alveolar y el ligamento periodontal.
En condiciones de salud, la encía que rodea a los dientes no está adherida en la zona más superficial, sino que se une a 3mm de profundidad. Es esencial conocer esta profundidad y conocer si existe sangrado al medirla, ya que es la base para determinar si existe enfermedad periodontal inflamatoria y su grado.
Los dientes al contactar con la saliva desarrollan una capa conocida como película adquirida, que permitirá la adhesión de la placa bacteriana. Sobre esta placa incolora aparecerán nuevas especies bacterianas que, si perduran, terminan favoreciendo la maduración de la placa o depósitos bacterianos maduros, también conocidos como sarro, que junto a otros factores favorecen el desarrollo de las 2 enfermedades periodontales más frecuentes:
GINGIVITIS
Es la fase inicial de la enfermedad periodontal, en la que la presencia de bacterias en la encía provoca su inflamación (caracterizada por enrojecimiento de la zona y sangrado, espontaneo o provocado por el roce con el cepillo o los alimentos).
Esta inflamación provoca que exista un aumento en la profundidad de sondaje (>3mm),
debido a la inflamación de los tejidos blandos pero sin pérdida del hueso periodontal, por lo que es totalmente reversible realizando una adecuada profilaxis o limpieza profesional. Si no es tratada de manera adecuada evolucionará a una periodontitis.
PERIODONTITIS
La periodontitis, el principal motivo de la pérdida de dientes en pacientes adultos conlleva, además de la inflamación de los tejidos blandos, una pérdida del hueso de soporte de los dientes. En estos casos el sondaje es mayor a los 3mm, acompañado de sangrado y verificable radiológicamente. Cuanto mayor sea la longitud, menor será el soporte óseo del diente.
Es una enfermedad irreversible y por ello el objetivo de su tratamiento, es la detención
de la enfermedad.
Su diagnóstico y tratamiento no solo es importante para el pronóstico de los dientes, sino que además múltiples estudios han demostrado una asociación entre la enfermedad periodontal con las alteraciones cardiovasculares (cardiopatía, infarto, endocarditis..),
afecciones respiratorias (neumonía, EPOC, bronquitis…), diabetes, afecciones renales,
complicaciones durante el embarazo y partos prematuros.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Existen distintos factores de riesgo locales y sistémicos como son el tabaco, higiene inadecuada, sequedad oral, alimentación inadecuada, desórdenes genéticos, inmunodeficiencias, enfermedades inflamatorias, diabetes, obesidad, etc…
¿Cómo se trata?
Como el tratamiento es dependiente de la presencia o no de pérdida ósea, se debe realizar un estudio periodontal completo (sondaje, radiografías y presencia de sangrado) para determinar el grado de la enfermedad.
Profilaxis, higiene o detartraje
Si la enfermedad está en una fase inicial, gingivitis, el tratamiento consistirá en una profilaxis profesional que consiste en la limpieza supragingival y la instauración de hábitos y medidas preventivas para evitar la reaparición de la misma, ya que no existe pérdida ósea.
De este modo se logra una desinflamación de los tejidos blandos y se volverá a una condición de salud con un sondaje a ≤ 3mm y con ausencia de sangrado.
Si se encuentra instaurada una periodontitis, la profilaxis es tan solo la primera parte del tratamiento y se precisará avanzar a los siguientes tratamientos.
Raspaje y alisado radicular
Si tras la profilaxis siguen existiendo profundidades ≥ 3 mm acompañadas de sangrado al sondaje, implica que a pesar de limpiar la zona más superficial del diente siguen quedando depósitos de sarro en las zonas más profundas, algo que es lógico existiendo pérdida ósea. Para su eliminación se debe realizar una raspaje y alisado radicular, que consiste en una limpieza más profunda con anestesia local.
Cirugía periodontal
La cirugía periodontal se realiza en casos más avanzados, en los que, tras el raspaje y alisado, la enfermedad sigue activa o con bolsas periodontales profundas. El objetivo es la eliminación quirúrgica de esas bolsas y en algunos casos pueden estar indicadas técnicas de regeneración ósea (mediante biomateriales) para tratar de recuperar parte del soporte óseo perdido.
Cirugía mucogingival
La enfermedad periodontal puede provocar la retracción de las encías, que en ocasiones pueden ser tratadas mediante técnicas con injertos gingivales para tratar de cubrir parte de la zona expuesta. Consiste en la obtención de encía (normalmente de paladar) para recolocarla en la zona afectada.
También está indicada cuando existe ausencia de encía queratinizada, que es aquella encía que protege a los dientes de los movimientos del labio o lengua.
Fase de mantenimiento
Si una persona desarrolla la enfermedad periodontal implica que tiene los factores necesarios para su aparición. Por este motivo y una vez detenida la enfermedad, es primordial establecer una fase de mantenimiento para evitar que la enfermedad vuelva a instaurarse.
El protocolo de mantenimiento es individualizado para cada paciente y adaptado a sus características.